Tengo en el tintero 3 hiperficciones pensadas, que podría estar terminando en los días que vienen. Una, basada en uno de los aspectos que más me elogiaron en Úrquel, el dragón negro. Otra, Sueño con serpientes: el videojuego, ya está escrita, y sólo me falta pulir la traducción inglesa y agregarle un par de ilustraciones, si es que decido ilustrarla. La otra se llama por el momento Planeta rojo: el comunismo que vino del espacio.
Pero hoy no vengo a aburrir a nadie hablando de cosas que todavía no puedo mostrar. Hoy vengo a aburrir a todos hablando de series de televisión que estuve viendo, y a la que le toca por el momento es a Lost.
Esta serie me vino muy recomendada. Tuve amigos que podrían haber matado para no perderse un capítulo de Lost allá cuando estaban pasando la última temporada. Así que mis expectativas estaban muy altas. Tan altas, en realidad, que me parecía bastante obvio que la serie me iba a terminar decepcionando.
Y la serie decepcionó tanto mis expectativas, podría decirse, que no decepcionó mi expectativa de que la serie iba a… decepcionar mis expectativas… Perdón, me perdí, ¿de qué estábamos hablando?
Ah, sí, Lost. Bueno, voy a explicar por qué detesto Lost. Y voy a ser intransigente porque estoy hablando solo. Seguro si aparece algún fana me tiro más a recatado. Las actuaciones no son excepcionales y en la isla no pasa nada. Hay algunos acontecimientos que atentan contra la seguridad de los sobrevivientes, sí, pero generalmente se terminan resolviendo en el mismo capítulo en el que surgen, o no se resuelven nunca.
Voy solamente por la mitad de la primera temporada, así que no quiero pretender que he visto mucho más. Todo el tiempo trato de pensar que bueno, seguro en la segunda o tercera temporada la cosa se pone buena. Pero cada capítulo se me vuelve más insufrible que el anterior, y me parece justo reclamarle a la serie que no se demore horas y horas en volverse interesante.
Por el momento no hay mucha trama que seguir, más que las historias de los protagonistas PREVIAS al accidente con el que comienza la serie. Un montón de flashbacks son lo más interesante que sucede, lo único que me genera algunas ganas de ver cómo sigue la cuestión, y corroboran que nada de lo que pasa DESPUÉS del accidente importa mucho. El problema es que lo que pasa DESPUÉS del accidente es la serie misma. ¿Se entiende? La misma serie me convence de que la serie no es muy interesante.
Pero lo que más me tira abajo con esta historia, lo que más detesto de todo, son los SECRETOS. ¡Dios, los secretos! Todos los conflictos que hay entre los personajes nacen de ciertos secretos que todos se guardan entre sí.
Y más grave aún, los secretos no tienen ningún sentido. Nadie guardaría información vital sin ninguna razón aparente como lo hacen los famosos perdidos. Todos los secretos parecen ridiculeces, tiradas de los pelos, que los escritores de la serie incrustan ahí porque es la única manera que tienen de generar conflictos interesantes.
¿Una grabación de una francesa demuestra que nadie va a ir a rescatar a los supervivientes de la tragedia? "¡Mantengámoslo en secreto!" dicen los que lo descubren. ¿Por qué? ¿No es que si se callan, muchos van a seguir creyendo que están por ser rescatados y van a tomar decisiones peligrosas basándose en su ignorancia, que pueden atentar contra la seguridad del grupo, como por ejemplo seguir viviendo en la playa expuestos al sol y lejos de la única fuente de agua? ¡No, nada de eso! Hay que "mantener la esperanza".
Y lo que pasa después es que muchos insisten en quedarse en la playa, y hay conflictos por eso. Conflictos que podrían resolverse en cualquier momento contando la verdad, pero por alguna razón a todos les parece más lógico "mantener la esperanza".
Uy, ¿qué pasó? ¿Descubriste que hay osos polares sedientos de sangre cazando en la selva? ¡Mantenelo en secreto! Ni que fuera que el dato le puede llegar a ser útil a nadie para decidir cuándo y cómo aventurarse en la selva, ¿no?
¿Una de las supervivientes tiene un historial criminal muy terrible y te preocupa que ponga en peligro a los demás? ¡Mantenelo en secreto! Murmurá vaguedades como "es peligrosa" y "no confíes en ella", pero no se te ocurra ni por un segundo decir lo que sabés honestamente para que los demás estén bien informados de la situación. Si te piden que les expliques la situación de manera concisa, ignoralos y seguí diciendo vaguedades hasta que te termines muriendo y todos se queden con la duda de qué carajo querías decir.
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